Ser profesor no es para nosotros sólo un trabajo, sino una visión de la vida profundamene humana, arraigada en el bien de nuestros alumnos. Y no es baladí que llamemos a esta parte de nuestro "escaparate virtual" nuestra filosofía.

Una vida buena

Hoy más que en ninguna otra época de la historia, llevamos una vida tan complicada y estresada que apenas encontramos tiempo para pensar tranquila y profundamente en las cuestiones transcendentes de la vida misma. Menos mal que los grandes filósofos a través de los siglos ya nos han hecho la mayoría de tal ejercicio de pensar para nosotros. Sólo tenemos que leer lo que, afortunadamente, nos han dejado escrito.

Desde Sócrates en adelante, los Griegos Antiguos insistían en que una vida buena consistía en nada más y nada menos que florecer como personas, en todas las virtudes y en todo momento. Incluso hoy, con todos los conocimientos que tenemos, vemos que tenían razón. Y si analizamos estadísticamente las probabilidades en contra de que en este mismo momento cada uno de nosotros nos encontremos con vida, muestra lo insensato que parece despreciar la oportunidad de poder florecer y crecer personal y profesionalmente. Es una meta que cada uno puede y debe intentar lograr.

Además, a todos los que tenemos la responsabilidad de cuidar a otros, nos incumbe ayudar a que ellos también florezcan. Es una responsabilidad que nos tomamos muy en serio en English House Academy. Cada día, y con cada detalle, podemos hacer una diferencia en la vida de los que nos rodean.

Con raíces clásicas y humanas

Platón, el alumno de Sócrates, fundó la primera Academia en Atenas, unos 300 años a. C. Además de transmitir la sabiduría de Sócrates a las nuevas generaciones, su meta fundadora era explorar en profundidad lo que es llevar una buena vida.

Continuamos esta tradición en English House Academy, aplicando la ética a cada cosa que realizamos diariamente. Llevamos muy en serio nuestra responsabilidad pedagógica, educativa y de tutoría hacia nuestros alumnos. Sin ellos, no tendríamos ninguna razón de ser.

Social y éticamente responsable

Además de ser una academia, somos un negocio, sí. Pero desde nuestro punto de vista, un negocio no sólo puede ser ético, sino que debe serlo. Y ponemos nuestro empeño en ser una empresa ética y socialmente responsable.

Muchos negocios venden cosas que deseamos, pero pocos lo que necesitamos, y hay una diferencia crucial entre ambas cosas. Cualquier negocio ético que tiene éxito, lleva en su ADN servir y cumplir las necesidades de sus clientes. Un negocio que no lo hace, no sobrevive a largo plazo. Por eso, English House Academy presta mucha atención día a día a las necesidades de nuestros alumnos y en cómo apoyarles. Si tenemos que ser flexibles para apoyarle mejor, lo hacemos. Si tenemos que dar un paso más allá y quedarnos una hora más en el trabajo, lo hacemos. Porque sabemos que lo que hacemos hoy tendrá consecuencias para nuestros alumnos mañana.

Tenemos la confianza de que el alumno que se siente escuchado, que reconoce que puede contar con nosotros para ayudarle a conseguir su meta, volverá cuando nos necesite de nuevo. Y claro, un negocio cuyos clientes vuelven y lo recomiendan, es un negocio que siempre va a tener éxito.

El hecho de tener éxito en la comunidad conlleva en sí responsabilidades hacia nuestra comunidad. No sólo en nuestro ámbito de la educación, sino a la hora de proveer un trabajo digno a nuestros empleados. Por ejemplo, un empleado que se siente respetado, va a trabajar con ganas, a servir a nuestros clientes con ganas. También conlleva la responsabilidad de contribuir a nuestra sociedad, por ejemplo pagando correctamente a la Seguridad Social, a Hacienda y todo lo que implica ser un buen ciudadano.

Y sabemos de lo que hablamos. Hemos trabajado en otras academias y empresas donde no respetan tales cosas, y no nos hemos sentido respetados cuando nos pagan en negro, o cuando no declaran todo a la Seguridad Social, porque nos repercute más tarde, a nosotros y a todos, lo nos hace sentir despreciado como personas y profesionales.

Como profesionales de la educación, nos incumbe educar y esperamos que nuestro ejemplo sirva para disuadir a otras empresas de llevar a cabo semejantes prácticas. Creemos fuertemente que una sociedad mejor educada es una sociedad en la que se vive mejor. Y cada uno de nosotros tenemos que aportar nuestro granito de arena.

Por tanto, nuestra filosofía se resume en ser ejemplar en lo que hacemos. Siendo éticos en nuestras responsabilidades es la mejor manera de llevar nuestro negocio, y la mejor manera de llevar una buena vida.

La buena educación

La buena educación linguística es una educación interactiva, colaborativa, humanista y holista.

En cierto modo, aprender un idioma es diferente de aprender otras materias como historia, ciencia, etc., porque nuestros pensamientos están codificados en el idioma que utilizamos. Mientras en una materia como geografía, por ejemplo, aprendemos hechos, cuando aprendemos un idioma estamos aprendiendo como expresar nuestros pensamientos de manera precisa y flexible.

Aprender una materia como biología es muy útil dentro de un área especializada, mientras aprender un idioma es aprender una serie de destrezas y contenidos que se pueden aplicar de forma global a todas las demás materias; de igual manera que la filosofía, que es realmente nada más – ni menos – que aprender cómo pensar de forma rigurosa, aplicable a todas las situaciones en que se encuentra el ser humano.

Es más, aprender un idioma no tiene sentido si no se puede aplicar en nuestras vidas de forma inmediata – el Latín, como idioma 'muerto', no tiene mucho significado para muchos precisamente porque no tiene mucha utilidad en la vida cotidiana.

De ahí una raíz de nuestra filosofía del aprendizaje del inglés: se aprende cualquier cosa mejor cuando uno ve una necesidad de aprenderlo en nuestra vida cotidiana.

Un idioma con tanto alcance tiene cada vez más aplicación en nuestras vidas cotidianas – no sólo a la hora de buscar un trabajo, sino manejar Internet o comprender lo último publicado en nuestras zonas de interés.

Traducido al aula, nuestra responsabilidad como profesores es establecer contextos en cada lección para que lo que vamos a aprender tenga sentido de aprenderlo. Por ejemplo, para que nuestros alumnos vean la utilidad de prestar atención a cómo se utiliza el presente perfecto, se puede contextualizar su uso para dar noticias (no veas lo que me ha pasado...!), entre otras situaciones.

Es por ello que es tan importante subrayar el lado humano de lo que hacemos cada día en el aula, y de ahí la importancia de la interacción humana en la clase entre la profesora y sus alumnos, y el espacio dado a la interacción entre ellos.

Fomentamos la confianza

No vendemos ni hamburguesas ni Ferraris: fomentamos confianza. Fomentar un ambiente cómodo donde todos se sienten validados y sin temor de expresarse en cada momento, un ambiente de mutuo respeto e interés en los demás es primordial – y vemos esta postura justificada hacia el final de cada curso que damos, cuando sin excepción vemos a nuestros alumnos con una confianza utilizando el inglés que, comparado con el inicio del curso, nos asombra.

Esto es lo que nos da alas como profesores, lo que nos motiva cada día: ver nuestros alumnos crecer como estudiantes – pero también como personas.

Por eso, tienes invitación abierta a entrar a conocernos, porque queremos ayudarte a cumplir tus metas y crecer como persona también, creciendo con nosotros en English House, la casa del ingés, un hogar donde te sentirás en casa, en un entorno donde encontrarás el apoyo que necesitas, porque como alumno o como padre, tú nos importas.

Una educación Británica

Mary Poppins, los colegios de Eton, Harrow, Rugby, las universidades de Oxford, Cambridge, Durham... son estereotipos comunes de la educación Británica, pero aunque son muy famosos, la educación Británica que nosotros hemos experimentados como alumnos no necesariamente se ajusta a ese imaginario colectivo de disciplina excesiva, y distancia pretenciosa y fría del profesorado.

Nuestras experiencias han estado más marcadas por la educación progresiva de los años 60 y 70 en adelante – menos elitistas, más igualitarias, menos disciplinarias, mas inculcadoras de la responsabilidad individual hacia los demás, menos 'tiza y habla' por parte del profesor, más exploración colaborativa por parte de los alumnos, más interacción comunicativa entre todos.

En English House Academy no vemos al alumno como un recipiente vacío a llenar con conocimientos, sino como la persona única que es, con maneras complejas y sofisticadas de ver la vida, con maneras propias y distintas de aprender, y con su camino individual a emprender.

Nuestra responsabilidad y meta es llegar a comprender cómo mejor aprende cada uno, y adaptar nuestra enseñanza, los métodos que utilizamos y materiales que empleamos, para conseguir que su aprendizaje sea ameno, fructífero en el aumento de su competencia comunicativa y propicio al crecimiento personal.

No es, por tanto, sólo una educación Británica – es un acercamiento personal y universal.